Nada es para siempre, Y SIEMPRE puede cambiar.

Me gusta pensar que cambiar de opinión se vale. Antes de ser coach tuve varias profesiones. Y juro que en todas sentí que había encontrado mi pasión.

¿Por qué limitarnos a una sola pasión en la vida?  

Lo que hoy me llama la atención dista mucho de lo que me parecía interesante a los 8, a los 16 e incluso a los 30.

Tengo amistades que me acompañan desde la infancia, con las que comparto anécdotas e historias, pero también he ganado muchas mas a lo largo de los años.  Amistades nuevas con interés diferentes e historias diversas.

La mayoría de los bebés son super flexibles, es con el paso de los años y con la falta de ejercicio que perdemos esa flexibilidad. Lo mismo pasa con nosotros y con nuestras pasiones. Se entumen si no las ejercitamos.

¿Qué es lo que me ata?  ¿Qué es eso que no me permite cambiar o moverme hacia adelante?

Las reglas sociales, las normas, las leyes existen por una razón, la sana convivencia entre las personas. Sin embargo. los juicios y creencias que vamos formando y aprendiendo son solo nuestros y están relacionados con nuestra particular situación y condición.

Hoy es un buen día para permitirme querer algo diferente, lograr algo nuevo o probar algo distinto.

Vestimos de forma distinta en el frío y en el calor. Pensamos en chamarras y pantalón si hace frío y shorts o traje de baño para la playa.

Hace poco tuvimos la oportunidad de visitar un glaciar y por supuesto creíamos y quiero remarcar creíamos que enfrentaríamos un frío terrible. Las fotos, las recomendaciones, todo indicaba mucho frío. Cargamos con toda la ropa necesaria para afrontar ese frío terrible, y para nuestra sorpresa llegamos al glaciar con una temperatura ambiente de 25° C , te podrás imaginar que tuvimos que cambiar y adaptar nuestra vestimenta.

Mi pasión la decido yo y puede o no ser la misma o no en 6 meses o 5 años. Porque soy yo quien decide y sabe lo que en verdad me gusta y me conviene. Muchas veces lo que me detiene es lo que creo, asumo o pienso de algo, cuando en realidad me falta probar.

Cuando algún cliente me dice no soy bueno para matemáticas o nunca he sido, casi siempre les digo que me deben dinero y para mi sorpresa todos hacen la cuenta en ese momento y dominan las matemáticas. 

Lo que nosotros creemos, esas frases que nos repetimos a nosotros mismos o los juicios que tenemos están ahí porque alguna vez nos han sido  útiles, pero debemos ser capaces de validarlos frente a nuestra realidad actual, a lo que estoy viviendo HOY.

Escucho a las personas repetirse una y otra vez no puedo hacer esto, o no puedo hacer tantas cosas a la vez. Lo que yo escucho como  su coach es : Tengo un juicio.  

Las primeras diez veces que trataste de andar en bicicleta te caíste. Ahí pudiste formar un juicio: “No se andar en bicicleta” y como resultado hoy no andas en bici. Si en cambio decidiste seguir intentando, probablemente lo lograste.  

Puedes aun no ser bueno en algo, seguramente  hay muchas cosas para las que hoy no eres bueno. La pregunta es: ¿Para qué te serviría ser bueno es eso? ¿Vas a ser más feliz cuando hagas eso? ¿Vas a ser una mejor persona? ¿Qué vas a lograr cuando sepas hacer eso?

Saber porqué haces algo es un gran motor para empezar a hacerlo, y saber distinguir cuando algo no te brinda un beneficio o satisfacción es un gran motivador para dejar de culparte por no hacerlo.

Siempre pensé que tenía miedo a las alturas.

Nada es para siempre …

Ale Obregón

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